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León XIV: similitudes y diferencias con el Papa Francisco, Iglesia, inclusión y puentes interreligiosos. La historia reciente de la Iglesia Católica ha sido testigo de un giro pastoral y espiritual a través de dos figuras clave: el Papa Francisco, elegido en marzo de 2013, y el Papa León XIV, elegido el 8 de mayo de 2025. Si bien ambos pontífices comparten una visión de una Iglesia más cercana al pueblo, su estilo, sus prioridades y su enfoque frente a temas como la inclusión, el diálogo interreligioso, el papel de la mujer y la atención pastoral hacia las parejas homosexuales marcan algunas diferencias relevantes.
Una pastoral de cercanía con enfoques distintos
Francisco imprimió en su pontificado un sello de cercanía, humildad y reforma pastoral. Su llamado a una “Iglesia en salida”, que salga de su comodidad para ir al encuentro de los marginados, ha sido uno de los ejes de su acción. Su estilo fue directo, sencillo, y con gestos que desarmaron protocolos. Vivir en Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico, lavarle los pies a personas de otras religiones o su insistencia en que el confesionario no es una sala de tortura, sino de misericordia.
León XIV ha continuado esta línea de cercanía, aunque con un estilo más sobrio y estructurado. Ha puesto el acento en el discernimiento, la formación del clero y el fortalecimiento de comunidades eclesiales vivas, especialmente en zonas donde la fe convive con desafíos culturales o sociales. Su tono es más reflexivo y menos mediático, pero con fuerte coherencia evangélica.
Inclusión: continuidad con matices
Francisco abrió un camino inédito hacia la inclusión, con especial sensibilidad hacia los grupos que históricamente se sintieron alejados de la Iglesia. Entre ellas, personas divorciadas vueltas a casar, personas LGBTQ+, comunidades indígenas, mujeres líderes en espacios pastorales. La exhortación apostólica Amoris Laetitia y el documento Fiducia Supplicans marcaron su voluntad de integrar sin modificar la doctrina esencial.
León XIV ha mantenido esa visión inclusiva, aunque ha pedido mayor prudencia pastoral. Si bien ha defendido el derecho de todos a recibir la bendición de Dios, ha señalado que cada gesto eclesial debe hacerse con claridad evangélica, evitando ambigüedades. Promueve una inclusión que no sea solo simbólica, sino acompañada por procesos reales de conversión, diálogo y formación.
Diálogo interreligioso: de los gestos al diálogo institucional
El Papa Francisco fue un pionero del diálogo interreligioso contemporáneo. Se encontró con líderes del islam en Abu Dabi y firmó el Documento sobre la Fraternidad Humana. Visitó sinagogas, templos budistas y países de mayoría musulmana, abriendo caminos de respeto y cooperación.
León XIV ha seguido ese impulso, con una orientación más académica e institucional. Ha promovido centros de diálogo interreligioso en universidades católicas y ha convocado cumbres globales sobre ética común, ecología integral y paz mundial, invitando a líderes religiosos y científicos. Su enfoque busca no solo el gesto simbólico, sino la construcción de plataformas permanentes de entendimiento.
La mujer en la Iglesia: avances progresivos
Durante el pontificado de Francisco, el papel de la mujer en la Iglesia se amplió notablemente: nombramientos en cargos clave del Vaticano, apertura de estudios sobre el diaconado femenino, participación en sínodos con derecho a voto. No obstante, el sacerdocio femenino fue descartado repetidamente.
León XIV ha profundizado estos avances, institucionalizando la participación femenina en órganos consultivos y decisorios a nivel diocesano y universal. Ha promovido la creación de comisiones mixtas de hombres y mujeres para el diseño de políticas pastorales, y ha ampliado el reconocimiento de ministerios laicales femeninos. Aunque tampoco ha abierto la puerta al sacerdocio femenino, su lenguaje es más inclusivo y su actitud más abierta al debate.
Parejas homosexuales: fidelidad a Fiducia Supplicans, con enfoque pastoral
Uno de los gestos más debatidos de Francisco fue permitir la bendición a parejas homosexuales, siempre que no se confundiera con el matrimonio sacramental. Este gesto fue leído como un intento de acoger sin cambiar la doctrina.
León XIV ha reafirmado Fiducia Supplicans, pero ha exhortado a los pastores a aplicarlo con discernimiento pastoral. Ha recordado que se trata de bendiciones espontáneas y no de ritos formales, y que deben responder al deseo sincero de las personas de buscar a Dios. En este sentido, ha sido firme defensor de la dignidad de cada persona, pero cuidadoso en el modo de ejercer el acompañamiento.
Francisco y León XIV
Francisco y León XIV representan dos etapas complementarias de una misma Iglesia en transformación. El Papa Francisco abrió puertas, impulsó una Iglesia más profética y misericordiosa, y rompió esquemas instalados. León XIV recoge esa herencia y busca consolidarla con serenidad, profundidad doctrinal y estructuras pastorales duraderas.
Ambos han sido testigos del cambio de época, y han respondido con la misma convicción: que la Iglesia sea cada vez más imagen del Evangelio que anuncia, fiel a su tradición y abierta al mundo que la interpela.